viernes, 2 de diciembre de 2016

El yoga del siglo XXI mezcla lo espiritual con la tecnología



La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró ayer el yoga de la India como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. La decisión fue adoptada tras considerar que la filosofía subyacente a esta práctica "ha influido en numerosos aspectos de la sociedad de este país (la India), que van desde la salud y la medicina hasta la educación y las artes".

Aunque su práctica se inició hace siglos en la India, el yoga se ha puesto de moda en los últimos años y su éxito parece haber tocado más industrias que espíritus: hay desde revistas especializadas en yoga, objetos que ayudan su práctica, videos, música, aplicaciones, etc.
Para la especialista en yoga Roxana Mercado, del centro Sivananda, la disciplina va más allá de la moda, de las posturas y de la alimentación. Vendata, la filosofía detrás de la práctica, tiene por objetivo que el ser humano viva más feliz y sea una mejor persona independientemente de la religión que profese.

Mercado, que tiene más de 20 años de experiencia en esta disciplina, ha visto la evolución de los ‘yoguis’ y cree que las nuevas tecnologías pueden ser útiles para su práctica, pero no para los principiantes.

“Los que se están iniciando en el yoga deben ir a un centro para que el profesor les explique bien cómo hacer cada postura, evitar dolores y conocer cuáles son los beneficios que cada movimiento le está dando a su cuerpo”, asegura y confiesa que incluso ella, con su experiencia, ve videos en YouTube alguna vez.

‘Yoguis y veguis’
El yoga, como se dijo antes, va mucho más allá que las posturas y se convierte en un estilo de vida. A medida que su práctica se hace habitual, el cuerpo se va haciendo más consciente y “le empieza a pedir un equilibrio, una alimentación más sana”, explica Mercado y añade que el yoga pone énfasis en una alimentación vegetariana, como una forma de ser consecuente con el principio de ir en contra de la violencia, a ningún ser vivo, pero reconoce que hay gente que come carne igual y sigue con una práctica que no excluye a nadie


No hay comentarios:

Publicar un comentario