sábado, 27 de junio de 2015

Kabbalah, ser boliviano y estudiar esta sabiduría ancestral

Es un grupo de bolivianos que se reúne para aprender las enseñanzas de la Kabbalah. Ellos consideran que los principios espirituales que estudian les han servido para mejorar sus vidas. Kabbalah Centre Bolivia se prepara para recibir a uno de sus maestros, Yigal Kutnovsky, el 30 de junio y 1 de julio.
La Kabbalah es la ciencia del alma, una sabiduría universal que cualquiera puede estudiar, con independencia de sus creencias, según explican los miembros de este grupo de estudios. Será justamente Kutnovsky que arribará a La Paz con el propósito de brindar los conocimientos fundamentales de estas enseñanzas.
Para cada uno de quienes participan estudiando la Kabbalah, que significa "recibir”, en ese centro, hacerlo ha significado cambios positivos y reveladores, según comentan.
Del amar al otro
Álvaro Ugalde Beyer, de 33 años, es ingeniero comercial con maestría y finanzas; conoció la Kabbalah por su madre que durante su juventud sufrió cáncer. Hace dos años leyó más sobre estas enseñanzas. Su madre había fallecido y sintió que, de alguna manera, lo guió por aquel camino.
"Empecé a estudiar y me encontré a mí mismo es esta ciencia espiritual. Encontré al grupo de estudios gracias a una amiga y desde que vi el Zóhar, sentí una conexión con este libro escrito en arameo que es la decodificación de la Biblia”, comenta.
Encontró en la Kabbalah una vía para salir de la victimización humana y que todos en el mundo tienen la misión de amar al prójimo "como a uno mismo” a partir de las herramientas que brinda.
Estudió y aprendió que existe una causa y efecto en todas las acciones. Una de las cosas que la Kabbalah le ayudó a superar fue el ego, que llevaba una dosis de envidia y venganza en algunas situaciones de su vida. Hoy tiene una actitud diferente.
Mandar amor
Verónica de Oliveira, de 34 años, es abogada y estudiante de psicología. Después de separarse a los 30 años de su esposo y padre de su hija, vivía un proceso de negación profundo. Fue entonces que la llamada de una amiga la llevó a un curso intensivo de los fundamentos de Kabbalah dictado por Kutnovsky.
"Y dijo: tú eres responsable de lo que pasa en tu vida, lo bueno y lo malo lo has creado tú. Fue muy fuerte debido a lo que estaba viviendo”, detalla. A partir de entonces aprendió a dejar de sentir resentimiento y mandar amor, a trabajar en resolver sus defectos saliendo de su zona de confort y a tener al amor como principio infinito sin esperar retribuciones.
Las mujeres y el dar
Adriana Yaffar, de 29 años, estudió ciencias políticas y es administradora de empresas. Aceptó una invitación a una clase de Kabbalah en 2011. Sintió una conexión con las enseñanzas, pero algo escéptica hacía preguntas sobre la presencia de las mujeres en esta sabiduría.
En ese momento aprendió que Karen Berg, la presidenta del Centro de Kabbalah Internacional, había luchado para aprender esa sabiduría cuando no era permitido para las mujeres. Aprendió junto a Phillip Berg, quien se convirtió en su esposo; ellos hicieron posible que sea una enseñanza inclusiva y para todas las personas.
"El concepto de aceptar al otro y el amor incondicional son importantes (...). Pero a veces dar es justamente no dar y retirarse, así das paz a la persona (...). Creo que la Kabbalah ayuda mucho en el tema de autocompasión, que puede convertirse en una adicción”, explica.
La salud y la búsqueda
Elizabeth Cabrerizo, de 50 años, es comunicadora social. Dice que todo acercamiento a un camino espiritual responde a una búsqueda, a una sed. En su caso respondió a la enfermedad de un hijo. En 2007, después de ir a Chile en la búsqueda de soluciones al padecimiento de su hijo regresó a Bolivia y halló un centro de estudios holísticos, fue cuando conoció la Kabbalah. "La Kabbalah te da las herramientas para vivir en plenitud, que no significa que no habrá problemas. Nada es casual, todo en el universo es perfecto y pasa por alguna razón”.
Para ella, ser más empática con los demás es uno de los grandes aprendizajes de la Kabbalah.
El fin es la transformación
Sharroll Fernández, de 29 años, estudió literatura. Un amigo suyo la llevó hace dos años a un curso de Kabbalah. Reconoce que no le interesó mucho, pero cuando vio el Zóhar sintió que debía comprarlo y lo hizo. Después de tomar un curso en línea y ver a Kutnovsky, cuando llegó a La Paz, decidió concentrarse en la Kabbalah, pues toda su vida la había dedicado a la búsqueda espiritual por diferentes países del mundo y a través de actividades varias. "El fin en definitiva es transformación para llegar al amor incondicional por todos los seres, pero sin imposición de ningún dogma”, asevera.
Para ella, como para todos los miembros del grupo de estudio, la Kabbalah enseña que hay que tratar a las personas como a cada quien le gustaría ser tratado, que hay que tolerar las diferencias, y que ser amable y apoyar a personas completamente diferentes es perfectamente posible.



Yigal Kutnovsky llega a Bolivia


"¿Qué es lo que realmente deseas en la vida? Las respuestas a las preguntas están siempre a nuestra disposición, pero normalmente no se sabe cómo recibirlas”, es el texto que forma parte de la invitación para el curso intensivo sobre los fundamentos de la Kabbalah que se llevará a cabo el 30 de junio y 1 de julio de 19:00 a 21:00 en La Castela, calle 26 A de Cota Cota.
Yigal Kutnovsky nació en Rusia y radica en Israel. Al prestar su servicio militar y ser consejero del Ejército israelí se sintió atraído por la Kabbalah. Convencido de que sólo ella podría traer la paz duradera se abocó a su estudio.
Ha logrado abrir varios centros de Kabbalah en diferentes países y actualmente la enseña en varias naciones sudamericanas y europeas.
Para saber más sobre el curso se puede solicitar información al 2771631 o 76759050. El perfil del grupo de estudios está en Facebook con el nombre de: Kabbalah Centre Bolivia.

lunes, 22 de junio de 2015

Video dia del Intenacional del Yoga

Miles celebran el primer día mundial del yoga

La India celebró este domingo el primer Día Internacional del Yoga con clases multitudinarias de esta disciplina como la organizada en Nueva Delhi con unas 37.000 personas, entre ellas el primer ministro indio, Narendra Modi, que calificó el acto como "el principio de una nueva era" de inspiración para el mundo.

El Gobierno del país asiático se volcó en la organización de actos masivos como el celebrado en el centro de la capital india y que inauguró Modi con un discurso en el que dijo que "no es solo el primer Día Internacional del Yoga, sino el comienzo de una nueva era que inspirará a la Humanidad en su busca de paz y armonía".

"Igual que la Humanidad avanza en varias esferas de desarrollo y tecnología, los individuos deben progresar también y el yoga ofreció una ruta para ello", aseveró el mandatario antes de ponerse al frente de las largas filas de miles de yoguis en Rajpath, una avenida emblemática de la ciudad.

La clase masiva dirigida por instructores y gurús o líderes espirituales congregó a cerca de 37.000 personas según datos de la organización, en un intento de nuevo récord Guinness, ya que el actual está en casi 30.000 yoguis y esta entidad tendrá que corroborar la nueva marca.

El acto formaba parte de un programa estatal de celebración de este primer día para el que el Gobierno indio movilizó desde semanas atrás a miles de funcionarios, militares y escolares para organizar clases multitudinarias de yoga por gran parte del país, además de promoverlas en el exterior a través de sus embajadas.

La organización estuvo acompañada de una intensa campaña promocional en medios de comunicación y redes sociales, con un gasto cercano al millón y medio de dólares solo en lo que respecta a su difusión en el exterior por parte del Ministerio de Turismo del gigante asiático.

"En algunas partes del mundo, los primeros rayos de sol ya han sido bienvenidos por gente practicando yoga. Esto continuará en todo el mundo", escribió Modi a primera hora del día en su cuenta oficial en Twitter en referencia a los actos programados en 251 ciudades de 192 países según datos del Gobierno indio.

Naciones Unidas aprobó en diciembre la resolución presentada por la India para declarar esta jornada, con el apoyo de 177 países, un récord en la ONU, y la fecha del 21 de junio fue elegida por coincidir con el solsticio o día más largo del año.

El país asiático pretende ahora que la Unesco declare a esta práctica Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad y la OMS la incorpore a sus programas de salud por sus beneficios para cuerpo y mente.

El yoga data de hace milenios en la India y su práctica se extendió al resto del mundo con un especial auge en Occidente a finales del siglo pasado.