La regresión es una manera de pensar especial gracias a la cual se pueden limpiar los modelos lingüísticos que contienen emociones atrapadas e instrucciones imperativas ocultas que gobiernan nuestra conducta y nos hacen hacer cosas que no queremos o nos impiden hacer las cosas que realmente queremos.
Las instrucciones ocultas son algunas palabras a las que se llama “engramas” y estas instrucciones ocultas se las va borrando con los ejercicios de regresión, cuando aprendemos a repetir las palabras que nos causan molestias en estado de relajación dentro de un marco de palabras llamadas “cancelador” ( se dice antes de hacer el ejercicio de regresión: “cuando diga cancelado y aun cuando no lo diga, todos los engramas que salgan en forma de bostezos o sensaciones corporales quedarán cancelados y borrados”).
Cualquier persona puede aprender a realizar sus propios ejercicios de regresión y de aprender esta otra manera de pensar, que sirve para hacer limpieza en nuestro mundo mental y en nuestro mundo lingüístico, entendiendo que esto es una verdadera necesidad que debe ser satisfecha con los ejercicios diarios de regresión.
Cualquier aspecto de la vida que sea liberado de contaminación comienza a funcionar como si fuera algo nuevo y lo mismo pasa con nuestro cuerpo y con nuestra mente, cuando vamos liberando resentimientos, rencores, odios lo hacemos a través de la regresión, porque conscientemente no se puede hacer eso; puede usted intentar perdonar y de hecho debe hacerlo.
Sin embargo, el cuerpo no entiende ni sabe lo que es el perdón, porque las sensaciones amenazantes quedaron grabadas en la memoria celular y ningún perdón consciente puede corregir esa situación excepto los ejercicios de regresión con los cuales se va re- experimentando una y otra vez las sensaciones dolorosas que estaban situadas en la región inconsciente de nuestra mente. Una vez que son extraídas, se transforman en recuerdos conscientes y la conducta recién se libera y la persona también.
Es una maravilla aprender a hacerse uno mismo un ejercicio de regresión cuando se entiende que éste es un bien para toda la vida y puede fácilmente realizarlo una y otra vez para ir borrando todos los dolores acumulados, todas las ofensas que recibimos en la vida, todas las situaciones de susto y también las situaciones de culpa en las cuales aprendimos a culpar o culpabilizar a los demás, sin darnos cuenta de que la ley del retorno nos devuelve todo multiplicado por cien y es por esa razón que debemos tener la precaución de hacer sólo el bien independientemente de las circunstancias que nos toque vivir.
Considero que la regresión es un camino y una manera de pensar que se debe practicar todos los días en ejercicios de diez a quince minutos o más si hiciera falta y se puede evaluar con el paso de los días los efectos maravillosos y crecientes que se van logrando con la práctica constante para lograr el retorno de la alegría, el retorno de los estados de paz, la capacidad y el poder de elegir entre lo negativo y lo positivo y el poder de reconocer las creencias negativas que tenemos para cambiarlas por creencias positivas que deben ser creadas y generadas por nosotros mismos.
A modo de iniciación, haga su primer ejercicio repitiendo las siguientes palabras inductoras: “Todas las ofensas que he recibido en mi vida” hasta que salgan todas las sensaciones molestas y desagradables de su cuerpo, aparte de algunos bostezos que son la señal de que los engramas han sido sacados de lo inconsciente y convertidos en recuerdos conscientes, normales y totalmente inofensivos.
Palabras del autor: “Hay pensamientos que realmente funcionan y otros que sólo hablan”.
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