jueves, 11 de agosto de 2016

Mindfulness: Consciencia y atención

Está claro que hasta el momento no existe rival para desafiar a la tecnología. Es más, cada día se presentan nuevas alternativas para que nuestra mente esté pendiente de las redes sociales o del chat del celular. Desconectarse parece ser una tarea imposible, pero no esperes a que la presión de tu mente por la tecnología desborden tu equilibrio. Permítete por un momento, formatear tu cerebro con la técnica del mindfulness.

Estado de consciencia. Esta es una técnica de entrenamiento mental que trata de llevar al individuo a un estado de atención de alerta para estar presente en sí mismo, sin distracciones, sin ruido y sin los problemas o inquietudes que generalmente uno atrae, explica Ivanna Vega del centro AHA YOGA. Aunque existe hace más de 2.500 años, porque es una herencia del budismo, hace como 30 que recién toma protagonismo gracias al neurocientífico Jon Kabat-Zinn, que comenzó a utilizar las herramientas del budismo para reducir el estrés y mejorar la calidad de vida.

Una técnica que no juzga. Y aunque muchos utilizan la teoría de que “mindfulness” consiste dejar la mente en blanco, lo que en realidad sucede es que más bien se trata de un entrenamiento mental que busca dirigir la atención hacia lo que está pasando en el interior mientras pasa, pero sin calificar si está bien o mal, explica la psicoterapeuta Susanne Hansen del centro Potenciar Humano. “Mindful” significa estar consciente y “mindfulness” vendría a ser la práctica que le permite a uno estar consciente", explica Hansen.

Te analizas en tres niveles. El entrenamiento se enfoca en la experiencia. Toma consciencia de cómo te encuentras en el momento a nivel físico, mental y emocional. Registra impulsos y estados interiores pero sin calificar si es bueno o malo, sin opinar o “agarrarse del no me gusta”. De esta forma se convierte en un medio importante de autoconocimiento y a la vez permite descubrir la naturaleza de la mente humana.

"Ves la cosas diferentes". Según Ivanna, existen muchas técnicas para el mindfulness, pero básicamente es la observación la que se utiliza más. Por ejemplo, se puede tratar de observar la respiración e identificar cómo son los flujos respiratorios o cuánto tiempo toma inhalar o exhalar. Los resultados son asombrosos porque las personas se notan más relajadas o contentas y no hay que confundir de que nuestros problemas van a desaparecer, resalta Ivanna, sino que con el mindfulness uno los ve de otra manera y ya no se hunde en ellos.

Más sobre mindfulness

1. El mindfulness descubre un pensamiento, imagen del pasado o una idea o proyección al futuro que provoca una emoción que al recorrer el cuerpo pasa a ser una experiencia física, que luego lleva a un impulso a actuar como respuesta de lo que pasó por la mente, explica Susanne Hansen.

2. Al conocer este funcionamiento y la conexión directa entre mente, juicio, emoción, cuerpo y respiración, se adquiere un distanciamiento que te vuelve cada vez menos impulsiva y con mejor manejo de emociones.

3. Por ejemplo, una persona común y corriente vive en “piloto automático”. No es consciente de cómo respira ni de cómo se encuentra su cuerpo hasta que un malestar llama la atención.

4. La práctica de mindfulness te hace más consciente de tus procesos interiores. Ayuda a mejorar decisiones, estar presente y experimentar cada momento más plenamente con la consciencia.

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