martes, 6 de junio de 2017

La gran invocación, un acto de servicio mundial



EL 9 DE JUNIO ES EL DÍA MUNDIAL DE INVOCACIÓN | DESDE 1952, PERSONAS DE TODAS PARTES DEL MUNDO LO CELEBRAN.

Por medio de la meditación, la plegaria y la invocación, las divinas energías pueden ser liberadas y llevadas a la actividad. Los hombres y mujeres de buena voluntad de muchos credos y naciones pueden unirse en un servicio mundial trayendo valor y fuerzas espirituales a un mundo atribulado. Tienen el poder de afectar los acontecimientos mundiales a través de la invocación enfocada y unida. El conocimiento de este hecho, científicamente aplicado, puede ser uno de los grandes factores liberadores de la humanidad.

Nadie puede emplear esta invocación o plegaria para evocar iluminación y amor sin causar poderosos cambios en su propia vida, actitudes y propósitos. “Como un hombre piensa en su corazón así es él”.



EL DÍA MUNDIAL DE LA GRAN INVOCACIÓN

Cada año, desde 1952, personas de todas partes del mundo han celebrado el Día Mundial de Invocación. Es un día global de plegaria y meditación en el que personas de diferentes senderos espirituales se unen en una súplica universal a la divinidad entonando La Gran Invocación.

Este año, el 9 de junio, es el día Mundial de Invocación - un día de plegaria en el que, mediante el empleo de La Gran Invocación, se unen los hombres y mujeres de cualquier sendero espiritual en un llamamiento universal a la divinidad. Juntos actúan como un foco unido para la demanda invocativa de la humanidad por luz, amor y la dirección espiritual necesarias para la construcción de un mundo de justicia, unidad y paz.

Al comenzar el nuevo milenio, nos enfrentamos con la realidad de que los valores materialistas han conducido a la raza humana a un estado de profunda crisis. Nuestra misma supervivencia se encuentra amenazada, no sólo por la carrera armamentista, sino por nuestra propia falta de sabiduría y voluntad para alimentar al hambriento, compartir nuestros abundantes recursos, y resolver una multitud de otros problemas críticos que confrontan hoy a la familia humana.

Y sin embargo la solución existe. Una de las grandes ideas intuidas en nuestro tiempo es la de la interdependencia e interrelación de toda vida que tiene su existencia sobre la Tierra. Millones de personas comparten hoy la convicción de la unidad espiritual interna de la familia humana, la cual trasciende cualquier diferencia externa de raza, nación o credo. Al manifestar esta convicción en sus vidas, los hombres y mujeres de buena voluntad de todo el mundo se convierten en actores sociales de un proceso de transformación planetaria. Emerge una nueva civilización que engloba a todos, y se funda en el reconocimiento de nuestra compartida humanidad, y en las correctas relaciones humanas.

Los problemas mundiales son creación de la humanidad, y a la humanidad le corresponde solucionarlos. Pero la esencia de la vida espiritual reside en saber que no estamos solos. Las energías de la divinidad están abundantemente disponibles, y es en el Día Mundial de Invocación que surge el llamado para la liberación de esas energías que le darán a la humanidad los instrumentos para crear la nueva civilización.



SUGERENCIA PARA LA REFLEXIÓN EN EL DÍA DE LA GRAN INVOCACIÓN

Entrar en silencio, hacer tres respiraciones para relajarse. Luego pronunciar la Gran Invocación con determinada intención y concentración. A medida que se realiza, visualizar la Luz, el Amor y la Voluntad al Bien, penetrando en los corazones y las mentes de las personas de todo el mundo. A medida que la Gran Invocación es reflexionada, significados más profundos se abren en la consciencia humana.



PARA ENTENDER LA GRAN INVOCACIÓN

• La Gran Invocación es una plegaria mundial traducida a más de 75 idiomas y dialectos.

• Es un instrumento de poder para ayudar a que tenga plena expresión el Plan de Dios en la Tierra.

• La belleza y la fuerza de esta Invocación reside en su sencillez y en que expresa ciertas verdades esenciales, que todos los hombres aceptan innata y normalmente:

• La verdad de la existencia de una inteligencia básica a la que vagamente damos el nombre de Dios.

• La verdad de que detrás de todas las apariencias externas, el Amor, es el poder motivador del Universo.

• La verdad de que vino a la Tierra una gran Individualidad, llamada Cristo por los cristianos, que encarnó ese amor para que pudiéramos comprenderlo.

• La verdad de que el amor y la inteligencia son ambos efectos de la Voluntad de Dios.

• Y finalmente la verdad eminente de que el Plan divino sólo puede desarrollarse a través de la humanidad misma.

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