Francesca Traverso impulsa la práctica del yoga sin límite de edad

La primera vez que practicó yoga sintió cambios significativos en su vida, algunos de ellos relacionados con una mejor concentración, estabilidad emocional, resistencia, flexibilidad y energía.

Esta experiencia fue el principal impulso para que Francesca Traverso, de 28 años de edad, abra el Centro Cultural de Yoga Shanti, espacio que promueve la práctica del yoga y busca generar bienestar físico y mental en personas de diferentes edades que habitan en la ciudad de La Paz.



Extrovertida, esbelta, y con rasgos que delatan su ascendencia italiana, Francesca se considera una persona "saludable y espiritual”. En una entrevista con Página Siete cuenta que desde sus 12 años se enganchó al yoga por influencia de su padre y que siempre le pareció una disciplina apasionante debido a que le permite cada día mejorar su calidad de vida. Esta disciplina, originaria de India, forma parte de su rutina de vida.



"El yoga sirve para el desarrollo y crecimiento del ser humano. Es una actividad que permite conocer, a profundidad, nuestro cuerpo y mente para enfrentar algunos problemas que se nos presentan en la vida cotidiana, por ejemplo el estrés y la falta de energía. Todas las personas que practican esta disciplina viven cambios en su vida tanto físicos como mentales, siempre que se lo practique con disciplina y seriedad”, explica Traverso, que también se desempeña como abogada penalista.



Nacida en Perú, pero con nacionalidad boliviana, Traverso durante varios años recibió instrucción en diversos centros especializados en yoga, donde tuvo dos instructores que le transmitieron aprendizajes y sabiduría. Se trata de los maestros La Ferrie, de nacionalidad francesa, y Estrada, de nacionalidad venezolana. Luego de adquirir los conocimientos necesarios por voluntad propia y sin intereses lucrativos, decidió transmitir lo aprendido a la gente apasionada por esta disciplina.

En 2012, inauguró el Centro Cultural de Yoga Shanti, ubicado en el barrio de Miraflores, casi al final de la avenida Saavedra; la puerta morada es su distintivo principal. Actualmente es la dueña y una de las instructoras. El lugar, desde el primer día que abrió sus puertas, se caracterizó por ofrecer cursos de yoga a personas de todas las edades: a niños, jóvenes, adultos, adultos mayores y mujeres embarazadas.



Un agradable aroma a incienso y un ambiente tranquilo dan la bienvenida a los asiduos amantes del yoga, en su mayoría mujeres, que asisten para ser parte de una experiencia diferente. Los dos ambientes son colmados por personas de diversas edades que reciben clases de las instructoras cuyo conocimiento está avalado por un certificado de la Asociación Internacional de Yoga y Yoguismo, con sede en México. Una vez al mes dictan un taller acerca de teoría del yoga.



De estatura media y con la vitalidad que "explota” al momento de dictar clases, Fabricia Traverso, de 23 años, hermana de Francesca, destaca que al momento de dictar clases es importante conocer a sus alumnos en el sentido de que si padecen alguna dolencia física o sufren de algún tipo de depresión. "Es importante tener empatía para proporcionarles soluciones efectivas, esto a través de un ambiente tranquilo”.



Yoga para todas las edades



La práctica del yoga dirigida a los niños consiste en ejercitar la respiración con el propósito de que aprendan a relajarse para combatir la falta de concentración. Según Francesca, la concentración dispersa es un problema que aqueja a la mayoría de los niños y esto genera problemas de rendimiento escolar, principalmente en asignaturas como lenguaje y matemáticas.



"La mayor parte de la clase se trabaja con psicomotricidad, es decir, mover las partes de cuerpo y coordinar; esto hace que los hemisferios del cerebro trabajen desarrollando la mente y reeducando la respiración del niño. Esta práctica ayuda a que estén más concentrados, atentos y les permite entender más rápido las cosas”, explica.



El público más numeroso que asiste a este centro de yoga lo conforman jóvenes y adultos. Francesca precisa que este segmento de la sociedad está en constante contacto con situaciones de estrés y conflictos laborales; una herramienta para combatir estos problemas es el yoga.



Claudia Peña, de 28 años, relata que durante varios años buscó una actividad física que le ayudara a mitigar el estrés, pero ninguna la convenció hasta que un día cuando vivía en Cuba descubrió el yoga. "Ha creado en mí muchos beneficios, especialmente en lo físico. Desde que lo practico cambió mi forma de vida respecto a mi alimentación, resistencia y energía”.



Traverso destaca la importancia de practicar yoga en adultos mayores debido a que conforme pasan los años empiezan las limitantes para ese grupo. Es por eso que la práctica de esta disciplina sirve de apoyo terapéutico para tratar los problemas psicológicos como la angustia, soledad e inseguridad, y para aliviar problemas físicos como dolor muscular y lesiones.



Según la instructora, el yoga dirigido a las mujeres embarazadas les permite cuidar su cuerpo, mente y prepararse de la mejor manera para recibir de forma relajada y natural al bebé. La principal ventaja se concentra en lo físico, flexibilidad y ayuda a aceptar los cambios que se generan en el organismo en el periodo prenatal.



"La característica principal es la respiración, se trabajan las caderas y el abdomen. Con la respiración logramos que a la hora del parto no haya problemas. Algo curioso es que los bebés de las madres que practicaron yoga son más tranquilos y la relación con ellas es más profunda”, apunta.



Erika Vásquez, de 27 años, novata en la práctica del yoga, describe que los beneficios físicos y mentales se perciben de inmediato. "Es bastante saludable y ayuda al bienestar. Al principio cuesta, pero luego de ver los resultados el interés por esto crece y es algo que forma parte de la vida”.

Las personas interesadas en practicar la disciplina del yoga pueden comunicarse con Francesca Traverso a los celulares 65171311 – 65171314 o ingresar a la página de Facebook.com/ftyoga.francescatraverso.